Los modelos. Configuración.Los estudios sobre el origen de la fachada coinciden en que el abate Suger tuvo que inspirarse en algún modelo, al que se le dió una cierta apariencia de fortaleza, pues entonces la abadía estaba aislada, no formaba parte del recinto de París. En este proyecto, se crea la fachada gótica, que podemos llamar también fachada del gótico primitivo o de transición del románico al gótico.
Los medievalistas están de acuerdo en que el origen de la fachada de Saint Denis, con sus tres puertas, se inspira en las abadías normandas del noroeste de Francia. Los ejemplos conservados que más se le parecen, son dos abadías, una de hombres y otra de mujeres, Sainte Trinité y Saint Etienne, en la ciudad normanda de Caen. Estas dos abadías se empiezan casi al mismo tiempo, en la segunda mitad del siglo XI y no se van a terminar hasta principios del XIII, pero su cuerpo occidental es de finales del XI, principios del XII, anterior por tanto a Saint Denis, por lo que pudieron haber servido perfectamente como modelos del cuerpo occidental de la iglesia de Saint Denis. Vemos la misma disposición tripartita y el protagonismo de los contrafuertes que subrayan la disposición en tres naves del interior. Todos los arcos son de medio punto, y en el tercer piso no encontramos la ventana circular que aparecerá en Saint Denis. Estos son los modelos de la fachada de Saint Denis, la cual es una interpretación de la fachada normanda en un lenguaje de transición al gótico.
Vemos la fachada de la iglesia de Saint Denis. Tenemos que imaginar la torre ausente que se perdió en el siglo XIX. Vemos una disposición tripartita, jugando con las zonas salientes, que son los cuatro espléndidos contrafuertes muy acusados, que articulan el frente de la fachada en tres calles. El edificio culminaba en forma de almenas y merlones. El frente de la fachada se ha repartido en tres bandas verticales y, a su vez, en tres pisos en el sentido horizontal. Es una fachada muy severa, cuyas torres se sitúan en las bandas laterales. En los arcos de ingreso en la planta baja, como en el cuerpo central y en los laterales, predomina el arco de medio punto o el arco tímidamente apuntado en las puertas laterales. Tomando como punto de partida el modelo que ofrecían las iglesias de Caen, el taller que trabaja para Suger va a incorporar algunas variantes, como son la presencia de vanos en los pisos altos y sobre todo la rueda central. La ventana de encima de la puerta, trífora en alusión a la Santísima Trinidad, tiene otra novedad, que es la de tener una gran vidriera para dar luz a la tribuna del cuerpo occidental.
Diríamos que estamos más cerca del románico que del gótico. Sin embargo, la fachada de Saint Denis va a incorporar elementos novedosos, como son la ventana trifora central de la tribuna alta, y la primera ventana circular o rueda, que luego será un elemento habitual en las fachadas de las catedrales góticas.
Se han identificado los elementos de esta portada, buscando antecedentes en la arquitectura románica de la Normandía. Las fachadas de la Trinidad y la de San Esteban en Caen, pudieron ser fuente de inspiración de la de Saint Denis.
Los medievalistas están de acuerdo en que el origen de la fachada de Saint Denis, con sus tres puertas, se inspira en las abadías normandas del noroeste de Francia. Los ejemplos conservados que más se le parecen, son dos abadías, una de hombres y otra de mujeres, Sainte Trinité y Saint Etienne, en la ciudad normanda de Caen. Estas dos abadías se empiezan casi al mismo tiempo, en la segunda mitad del siglo XI y no se van a terminar hasta principios del XIII, pero su cuerpo occidental es de finales del XI, principios del XII, anterior por tanto a Saint Denis, por lo que pudieron haber servido perfectamente como modelos del cuerpo occidental de la iglesia de Saint Denis. Vemos la misma disposición tripartita y el protagonismo de los contrafuertes que subrayan la disposición en tres naves del interior. Todos los arcos son de medio punto, y en el tercer piso no encontramos la ventana circular que aparecerá en Saint Denis. Estos son los modelos de la fachada de Saint Denis, la cual es una interpretación de la fachada normanda en un lenguaje de transición al gótico.
Vemos la fachada de la iglesia de Saint Denis. Tenemos que imaginar la torre ausente que se perdió en el siglo XIX. Vemos una disposición tripartita, jugando con las zonas salientes, que son los cuatro espléndidos contrafuertes muy acusados, que articulan el frente de la fachada en tres calles. El edificio culminaba en forma de almenas y merlones. El frente de la fachada se ha repartido en tres bandas verticales y, a su vez, en tres pisos en el sentido horizontal. Es una fachada muy severa, cuyas torres se sitúan en las bandas laterales. En los arcos de ingreso en la planta baja, como en el cuerpo central y en los laterales, predomina el arco de medio punto o el arco tímidamente apuntado en las puertas laterales. Tomando como punto de partida el modelo que ofrecían las iglesias de Caen, el taller que trabaja para Suger va a incorporar algunas variantes, como son la presencia de vanos en los pisos altos y sobre todo la rueda central. La ventana de encima de la puerta, trífora en alusión a la Santísima Trinidad, tiene otra novedad, que es la de tener una gran vidriera para dar luz a la tribuna del cuerpo occidental.
Diríamos que estamos más cerca del románico que del gótico. Sin embargo, la fachada de Saint Denis va a incorporar elementos novedosos, como son la ventana trifora central de la tribuna alta, y la primera ventana circular o rueda, que luego será un elemento habitual en las fachadas de las catedrales góticas.
Se han identificado los elementos de esta portada, buscando antecedentes en la arquitectura románica de la Normandía. Las fachadas de la Trinidad y la de San Esteban en Caen, pudieron ser fuente de inspiración de la de Saint Denis.
La Escultura Monumental de la Fachada Occidental
La escultura de la fachada occidental, a pesar de que esté deteriorada, tiene una enorme importancia. La analizamos por medio de dibujos anteriores a su destrucción, así como de los restos de las estatuas dispersos por los museos de Francia y de los Estados Unidos.
Las portadas han quedado completamente transformadas a causa de la destrucción sufrida durante la Revolución Francesa y de las reconstrucciones llevadas a cabo por el del taller del arquitecto Violet Le Duc en el XIX. Sabemos que a finales de los años setenta del siglo XVIII, es decir en la década de 1770 a 1780, se destruyó a golpes de martillo la imagen de bulto redondo que se encontraba en el centro sosteniendo el dintel, lo que llamamos parteluz. Es decir, que la puerta central, mayor que las laterales, tenía un parteluz en forma de escultura de bulto redondo, que representaba a Saint Denis. Esto es una novedad, porque en el gótico, veremos con frecuencia, sobre todo a partir de mediados del siglo XIII, que en el parteluz se coloquen imágenes de santos, pero en época románica ello no era habitual, recordemos el parteluz de San Pedro de Moissac representado por leones y leonas con las fauces abiertas, tomando punto de referencia en el Apocalipsis de San Juan. El parteluz dedicado a Saint Denis, que era también una novedad, se ha perdido.
Los tres tímpanos tenían una iconografía muy cuidada, elegida muy verosímilmente por el propio abate Suger que no dejaba nada al azar. El tímpano central, reconstruido en el XIX por Violet le Duc, tiene interés por su iconografía. Representa el Juicio Final o Juicio Universal, es decir el regreso de Cristo en el último día para juzgar a bienaventurados y condenados, acompañado del Colegio Apostólico, seis apóstoles a cada lado y de la Virgen en su lado derecho. Los bienaventurados se colocan a la derecha de Cristo y los condenados a la izquierda. En el dintel y a los pies de Cristo, los muertos que salen de las sepulturas en el último día a la llamada del Juicio por ángeles que tocan trompetas.
Es la representación, en medio relieve, más temprana de un Juicio Final humanizado. No tiene el tremendismo del Juicio Final de la iglesia abacial de Sainte Foy des Conques, o de la escena apocalíptica de la iglesia de San Pedro de Moissac. Ahora, se va a representar al Cristo del amor, Jesús con el torso desnudo, muestra las heridas de su pasión, en el costado derecho, en las manos llagadas y en los pies descalzos. Está en el centro con los brazos abiertos, simulando la crucifixión, unos ángeles llevan las armas de Cristo: la corona de espinas, el sudario y los clavos. A los lados de Cristo, los apóstoles, y en los extremos, los ángeles tocando grandes trompetas. La figura de la Virgen genuflexa, mirando a su hijo. En el detalle, podemos ver a Suger, el primero que sale de la tumba, tocando el pie de Cristo.
En las arquivoltas, que no se conservan, pues lo que se ve hoy es del siglo XIX. Se representaba a los castigados a la izquierda de Cristo, y a los que iban siendo seleccionados para ir al Cielo, a la derecha. Entre los resucitados, Suger es el primero que sale de las tumbas para besar el pie de Cristo.
Los otros dos tímpanos, del siglo XIX, comprenden dos escenas narrativas consecutivas. El tímpano de la izquierda representa el prendimiento de Saint Denis y de sus dos diáconos, su conducción ante el gobernador romano de París y su condena a muerte. Mientras que en el tímpano de la derecha, según la tradición legendaria, aparece Saint Denis en su celda, poco antes antes de ser decapitado, recibiendo la comunión por última vez de manos del propio Cristo que baja del cielo para cumplir el deseo del santo. Se llama esta escena la “Última Comunión de Saint Denis”. Cristo revestido como sacerdote, baja del cielo con un cáliz, y le da la Comunión. El tímpano de la izquierda representa una de las escenas más populares de la muerte de Saint Denis, que se repite en los textos y que luego no solo la tenemos aquí, sino que también se va a representar en pintura, en el siglo XV con frecuencia.
Según los viajeros del siglo IX, que a su vez recogían textos del siglo XVIII, antes de la destrucción del tímpano por los revolucionarios, aquí se representaba efectivamente el prendimiento, interrogatorio y condena de Saint Denis en escultura. Pero, la escena de la “Última Comunión de Saint Denis”, que se representaba en el tímpano de la derecha, era un mosaico de teselas de mármol policromas. Hoy, desgraciadamente, todo es nuevo.
Lo más original es la puerta central, el tímpano ha sido restaurado, pero es todavía del siglo XII. En las jambas de los lados del dintel, se representa otra vez una escena evangélica, que también aparecía en el románico y lo vamos a ver en el gótico, la representación de las vírgenes prudentes y las vírgenes necias, del relato evangélico. Las vírgenes prudentes tienen encendidas sus lámparas y se han puesto sus mejores vestiduras en espera del esposo, mientras que las necias ni han encendido las lámparas ni se han cuidado, ni se han perfumado. Cuando llega el esposo, aquellas que no se habían preparado para recibirle, son rechazadas. Este tema evidentemente está referenciado al Juicio Universal. Hay que estar preparado, pues en cualquier momento puede llegar la muerte. En las arquivoltas, se representaba a los bienaventurados a la derecha de Cristo, y a la izquierda los condenados. Las arquivoltas son del XIX y se ha intentado en la arquivolta inferior reproducir lo que había. En las claves aparecen las figuras del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
En la puerta de nuestra izquierda, cuyo tímpano representaba en mosaico la muerte de Saint Denis, se conserva también la escultura de las jambas, en la que se representan los doce meses del año y los trabajos del agricultor. Este tema de origen greco-latino, que luego pasa a la Alta Edad Media y que se mantiene en el románico y gótico, tiene un valor de enseñanza. Se representan los doce meses del año, cada uno con su afán, es decir con cada uno de los diferentes trabajos agrícolas que exige cada mes. También recoge la caducidad de la vida, el mes de enero se representa como un hombre de dos caras que está en el centro, con una mano cierra la puerta de una casa, y con la otra mano, abre la puerta de una nueva casa. Lo que quiere decir que con el año nuevo se cierra el pasado y se abre el futuro. Un hombre con dos caras, porque una es la representación del año que se acaba y la otra la del año que viene. Esta representación viene del mundo greco-latino en donde se representaba así al dios Jano. Toda esta importante iconografía, que pasa de la Antigüedad a la Edad Media y luego llegara al Renacimiento, se identifica como los trabajos del agricultor o el calendario del agricultor, y también como los menologios, es decir la explicación de los meses del año. Pero, siempre era una interpretación cristiana de la caducidad de la vida, que también nos proporciona un gran número de datos de la vida cotidiana en la Edad Media. Vemos algunos detalles del menologio, sirven estas ilustraciones para mostrar distintos aspectos de la vida cotidiana en la Edad Media. El campesino que tira las bellotas de la encina, para que los cerdos que están abajo se alimenten; la matanza del cerdo; la recogida del mosto de uva para colocarlo en los toneles. Son medallones trabajados en medio y bajorrelieve, jugando con el espacio que se le supone. Unas grandes carátulas enlazan un medallón con otro, los cuales están rodeados por un tallo y las figuras se acomodan al reducido espacio de forma circular.
La puerta principal de madera forrada de bronce, aunque del siglo XIX, es muy interesante, puesto que para realizarla se utilizaron como modelo los restos de lo que había quedado de la Revolución. En bajorrelieve, está formada por distintos medallones que representan pasajes de la vida de Jesús. Está formada por distintos medallones en bajorrelieve que representan pasajes de la vida de Jesús. En una de las escenas, que representa el encuentro de Jesús con los peregrinos que van a Emaús, detrás de Cristo y sujetando el borde de su túnica está Suger.
La escultura de la fachada occidental, a pesar de que esté deteriorada, tiene una enorme importancia. La analizamos por medio de dibujos anteriores a su destrucción, así como de los restos de las estatuas dispersos por los museos de Francia y de los Estados Unidos.
Las portadas han quedado completamente transformadas a causa de la destrucción sufrida durante la Revolución Francesa y de las reconstrucciones llevadas a cabo por el del taller del arquitecto Violet Le Duc en el XIX. Sabemos que a finales de los años setenta del siglo XVIII, es decir en la década de 1770 a 1780, se destruyó a golpes de martillo la imagen de bulto redondo que se encontraba en el centro sosteniendo el dintel, lo que llamamos parteluz. Es decir, que la puerta central, mayor que las laterales, tenía un parteluz en forma de escultura de bulto redondo, que representaba a Saint Denis. Esto es una novedad, porque en el gótico, veremos con frecuencia, sobre todo a partir de mediados del siglo XIII, que en el parteluz se coloquen imágenes de santos, pero en época románica ello no era habitual, recordemos el parteluz de San Pedro de Moissac representado por leones y leonas con las fauces abiertas, tomando punto de referencia en el Apocalipsis de San Juan. El parteluz dedicado a Saint Denis, que era también una novedad, se ha perdido.
Los tres tímpanos tenían una iconografía muy cuidada, elegida muy verosímilmente por el propio abate Suger que no dejaba nada al azar. El tímpano central, reconstruido en el XIX por Violet le Duc, tiene interés por su iconografía. Representa el Juicio Final o Juicio Universal, es decir el regreso de Cristo en el último día para juzgar a bienaventurados y condenados, acompañado del Colegio Apostólico, seis apóstoles a cada lado y de la Virgen en su lado derecho. Los bienaventurados se colocan a la derecha de Cristo y los condenados a la izquierda. En el dintel y a los pies de Cristo, los muertos que salen de las sepulturas en el último día a la llamada del Juicio por ángeles que tocan trompetas.
Es la representación, en medio relieve, más temprana de un Juicio Final humanizado. No tiene el tremendismo del Juicio Final de la iglesia abacial de Sainte Foy des Conques, o de la escena apocalíptica de la iglesia de San Pedro de Moissac. Ahora, se va a representar al Cristo del amor, Jesús con el torso desnudo, muestra las heridas de su pasión, en el costado derecho, en las manos llagadas y en los pies descalzos. Está en el centro con los brazos abiertos, simulando la crucifixión, unos ángeles llevan las armas de Cristo: la corona de espinas, el sudario y los clavos. A los lados de Cristo, los apóstoles, y en los extremos, los ángeles tocando grandes trompetas. La figura de la Virgen genuflexa, mirando a su hijo. En el detalle, podemos ver a Suger, el primero que sale de la tumba, tocando el pie de Cristo.
En las arquivoltas, que no se conservan, pues lo que se ve hoy es del siglo XIX. Se representaba a los castigados a la izquierda de Cristo, y a los que iban siendo seleccionados para ir al Cielo, a la derecha. Entre los resucitados, Suger es el primero que sale de las tumbas para besar el pie de Cristo.
Los otros dos tímpanos, del siglo XIX, comprenden dos escenas narrativas consecutivas. El tímpano de la izquierda representa el prendimiento de Saint Denis y de sus dos diáconos, su conducción ante el gobernador romano de París y su condena a muerte. Mientras que en el tímpano de la derecha, según la tradición legendaria, aparece Saint Denis en su celda, poco antes antes de ser decapitado, recibiendo la comunión por última vez de manos del propio Cristo que baja del cielo para cumplir el deseo del santo. Se llama esta escena la “Última Comunión de Saint Denis”. Cristo revestido como sacerdote, baja del cielo con un cáliz, y le da la Comunión. El tímpano de la izquierda representa una de las escenas más populares de la muerte de Saint Denis, que se repite en los textos y que luego no solo la tenemos aquí, sino que también se va a representar en pintura, en el siglo XV con frecuencia.
Según los viajeros del siglo IX, que a su vez recogían textos del siglo XVIII, antes de la destrucción del tímpano por los revolucionarios, aquí se representaba efectivamente el prendimiento, interrogatorio y condena de Saint Denis en escultura. Pero, la escena de la “Última Comunión de Saint Denis”, que se representaba en el tímpano de la derecha, era un mosaico de teselas de mármol policromas. Hoy, desgraciadamente, todo es nuevo.
Lo más original es la puerta central, el tímpano ha sido restaurado, pero es todavía del siglo XII. En las jambas de los lados del dintel, se representa otra vez una escena evangélica, que también aparecía en el románico y lo vamos a ver en el gótico, la representación de las vírgenes prudentes y las vírgenes necias, del relato evangélico. Las vírgenes prudentes tienen encendidas sus lámparas y se han puesto sus mejores vestiduras en espera del esposo, mientras que las necias ni han encendido las lámparas ni se han cuidado, ni se han perfumado. Cuando llega el esposo, aquellas que no se habían preparado para recibirle, son rechazadas. Este tema evidentemente está referenciado al Juicio Universal. Hay que estar preparado, pues en cualquier momento puede llegar la muerte. En las arquivoltas, se representaba a los bienaventurados a la derecha de Cristo, y a la izquierda los condenados. Las arquivoltas son del XIX y se ha intentado en la arquivolta inferior reproducir lo que había. En las claves aparecen las figuras del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
En la puerta de nuestra izquierda, cuyo tímpano representaba en mosaico la muerte de Saint Denis, se conserva también la escultura de las jambas, en la que se representan los doce meses del año y los trabajos del agricultor. Este tema de origen greco-latino, que luego pasa a la Alta Edad Media y que se mantiene en el románico y gótico, tiene un valor de enseñanza. Se representan los doce meses del año, cada uno con su afán, es decir con cada uno de los diferentes trabajos agrícolas que exige cada mes. También recoge la caducidad de la vida, el mes de enero se representa como un hombre de dos caras que está en el centro, con una mano cierra la puerta de una casa, y con la otra mano, abre la puerta de una nueva casa. Lo que quiere decir que con el año nuevo se cierra el pasado y se abre el futuro. Un hombre con dos caras, porque una es la representación del año que se acaba y la otra la del año que viene. Esta representación viene del mundo greco-latino en donde se representaba así al dios Jano. Toda esta importante iconografía, que pasa de la Antigüedad a la Edad Media y luego llegara al Renacimiento, se identifica como los trabajos del agricultor o el calendario del agricultor, y también como los menologios, es decir la explicación de los meses del año. Pero, siempre era una interpretación cristiana de la caducidad de la vida, que también nos proporciona un gran número de datos de la vida cotidiana en la Edad Media. Vemos algunos detalles del menologio, sirven estas ilustraciones para mostrar distintos aspectos de la vida cotidiana en la Edad Media. El campesino que tira las bellotas de la encina, para que los cerdos que están abajo se alimenten; la matanza del cerdo; la recogida del mosto de uva para colocarlo en los toneles. Son medallones trabajados en medio y bajorrelieve, jugando con el espacio que se le supone. Unas grandes carátulas enlazan un medallón con otro, los cuales están rodeados por un tallo y las figuras se acomodan al reducido espacio de forma circular.
La puerta principal de madera forrada de bronce, aunque del siglo XIX, es muy interesante, puesto que para realizarla se utilizaron como modelo los restos de lo que había quedado de la Revolución. En bajorrelieve, está formada por distintos medallones que representan pasajes de la vida de Jesús. Está formada por distintos medallones en bajorrelieve que representan pasajes de la vida de Jesús. En una de las escenas, que representa el encuentro de Jesús con los peregrinos que van a Emaús, detrás de Cristo y sujetando el borde de su túnica está Suger.
Las Estatuas-Columna
Las estatuas-columna son esculturas pegadas a un fuste por delante, que lo decoran. Unos dicen que su creación fue idea de Suger, otros dicen que la idea proviene de la decoración de los márgenes de los libros miniados.
Entre los riquísimos fondos de la Biblioteca Nacional de París, se guarda un álbum de dibujos que sabemos se había terminado en vísperas de los daños ocasionados por los revolucionarios a la iglesia de Saint Denis. El artista firma las láminas con los dibujos de las estatuas columna, tal y como se encontraban entonces, y pone la fecha en cada una de ellas. Vemos como eran de elegantes las figuras que se encontraban adosadas al frente de las columnas. Los profetas y patriarcas del Antiguo Testamento, llevan pergaminos, los personajes del Nuevo Testamento llevan libros. También había reyes y reinas que llevan coronas, y ellos no dejan de llevar el cetro, símbolo de poder.
Por vez primera en la historia del arte, en las columnas que flanquean cada puerta de la fachada occidental de Saint Denis: seis en la puerta izquierda, tres a cada lado, seis en la puerta derecha, tres a cada lado, y ocho en la puerta central, cuatro a cada lado, se colocaron adosadas a los fustes, pero talladas independientemente de ellos, imágenes erguidas de reyes y reinas coronados, profetas y patriarcas del Antiguo Testamento. Los estatuas de los reyes, riquísimamente vestidos, representaban el linaje de los reyes de Judá, es decir, de nuevo el árbol genealógico de Cristo como descendiente de la tribu real de David, sus antepasados.
Las estatuas-columna son esculturas pegadas a un fuste por delante, que lo decoran. Unos dicen que su creación fue idea de Suger, otros dicen que la idea proviene de la decoración de los márgenes de los libros miniados.
Entre los riquísimos fondos de la Biblioteca Nacional de París, se guarda un álbum de dibujos que sabemos se había terminado en vísperas de los daños ocasionados por los revolucionarios a la iglesia de Saint Denis. El artista firma las láminas con los dibujos de las estatuas columna, tal y como se encontraban entonces, y pone la fecha en cada una de ellas. Vemos como eran de elegantes las figuras que se encontraban adosadas al frente de las columnas. Los profetas y patriarcas del Antiguo Testamento, llevan pergaminos, los personajes del Nuevo Testamento llevan libros. También había reyes y reinas que llevan coronas, y ellos no dejan de llevar el cetro, símbolo de poder.
Por vez primera en la historia del arte, en las columnas que flanquean cada puerta de la fachada occidental de Saint Denis: seis en la puerta izquierda, tres a cada lado, seis en la puerta derecha, tres a cada lado, y ocho en la puerta central, cuatro a cada lado, se colocaron adosadas a los fustes, pero talladas independientemente de ellos, imágenes erguidas de reyes y reinas coronados, profetas y patriarcas del Antiguo Testamento. Los estatuas de los reyes, riquísimamente vestidos, representaban el linaje de los reyes de Judá, es decir, de nuevo el árbol genealógico de Cristo como descendiente de la tribu real de David, sus antepasados.
Los revolucionarios que en 1771 acudieron desde París, creyeron que estas imágenes representaban a los reyes de las dinastías capeta y de los borbones, y las decapitaron a golpe de martillo, dejándolas reducidas a polvo. Se salvaron media docena de cabezas que arrojaron fuera de los límites del monasterio, y que fueron apareciendo en los sucesivos trabajos de urbanización del entorno. Se conservan dos en el museo de Filadelfia, cuatro en el museo de Nueva York y dos en el museo del Louvre, nada más.
Para consolarnos de esta terrible pérdida, tenemos que ir a la ciudad de Chartres, porque Godofredo, obispo de Chartres, muy amigo de Suger, está presente en la ceremonia de la consagración del altar mayor de Saint Denis, celebrada en 1144, y encarga el Pórtico Real para su iglesia-catedral, en cuyas jambas se representa la genealogía de Cristo Redentor. Este Pórtico Real es realizado por los mismos maestros que vienen de Saint Denis a trabajar a Chartres, un “préstamo” de Suger a su amigo Godofredo. De nuevo las estatuas-columnas. Sabemos que para la inauguración del pórtico real, terminado hacia 1145- 1150, Godofredo invitó a su amigo Suger.
Las buenas relaciones existentes entre el obispo de Chartres y Suger, fortifican el intercambio de talleres. No hay duda de que el Pórtico Real de la fachada occidental de la catedral de Chartres, está realizado por el mismo taller que trabaja en el pórtico de la abadía de Saint Denis. Tienen el mismo afán, que es el de manifestar como los personajes del Antiguo Testamento, reyes y reinas, tienen para nosotros una importancia fundamental, porque lo que nos quieren recordar, es que son los antepasados de Cristo. Es decir, el árbol genealógico de Jesús se manifiesta con unos antecesores en los que hubo reyes y reinas, no olvidemos que Jesús desciende de la casa de David, pero que hubo también patriarcas y profetas. Por otro lado, es conveniente recordar esa manifestación creída desde antiguo, de que la generación humana es el resultado de sus antepasados. Jesús aparece como el fruto de una serie de frutos anteriores, recordemos que de Jesé, nace un tronco que fructificará al final de los tiempos en el Redentor.
Estos personajes del Antiguo Testamento anuncian la Redención, porque anuncian el futuro, es decir la presencia de Jesús con el Nuevo Testamento. Por otro lado, se ha querido ver en estas estatuas la intencionalidad política de representar la unidad que tenía que haber entre los dos poderes: el real y el sacerdotal. El poder real manifestado por la dinastía capeta, Luis VI y Luis VII, y el poder sacerdotal manifestado en Saint Denis por el abad Suger y en Chartres por el obispo Godofredo. Por eso, no pueden faltar en estas portadas reyes como Salomón y David, ni profetas como Abraham. Es decir, la unidad que tiene que haber entre los dos poderes, el sacerdotal representado por patriarcas y profetas, y el poder real personificado en la casa real de David. Es la manera de que los fieles que se aproximaran, ora a la abadía de Saint Denis, ora a la catedra de Chartres, recordaran que el Estado se apoya en dos poderes, el del rey y el de los obispos designados por el papa de Roma, o los abades en las abadías. Además la presencia de los reyes del Antiguo Testamento, nos trata de indicar que la abadía de Saint Denis es donde descansan los reyes de Francia.
Es en la basílica de Saint Denis donde aparecen por primera vez las estatuas-columna, que van a tener un éxito fulgurante, primero en Francia, en la Borgoña. En otras zona de Francia son muchos los ejemplos o llegando más al sur en la zona del Bearn, por ejemplo la iglesia de San Justo y Pastor de Valcarreres, muy cerca del Somport. Pero esa idea de las estatuas columnas, es decir, que las estatuas nos indiquen que son el apoyo, el soporte de la iglesia, como los personajes del Antiguo Testamento han sido los soportes sobre los que se ha levantado la Iglesia de la Redención, lo tenemos a lo largo del Camino de Santiago traído por los franceses: la iglesia de Santa María la Real en Sangüesa, la iglesia de San Martín de Uncastillo, La iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico. El modelo se va a ir trasladando, cruzando los Pirineos, hasta el Finisterre peninsular. A partir de 1200, el tema de la estatua columna, desaparecerá, primero en Francia y luego en España. Ya no habrá escultura delante de los fustes, se ampliará el espacio entre columna y columna y las estatuas se situarán en los intercolumnios.
Para consolarnos de esta terrible pérdida, tenemos que ir a la ciudad de Chartres, porque Godofredo, obispo de Chartres, muy amigo de Suger, está presente en la ceremonia de la consagración del altar mayor de Saint Denis, celebrada en 1144, y encarga el Pórtico Real para su iglesia-catedral, en cuyas jambas se representa la genealogía de Cristo Redentor. Este Pórtico Real es realizado por los mismos maestros que vienen de Saint Denis a trabajar a Chartres, un “préstamo” de Suger a su amigo Godofredo. De nuevo las estatuas-columnas. Sabemos que para la inauguración del pórtico real, terminado hacia 1145- 1150, Godofredo invitó a su amigo Suger.
Las buenas relaciones existentes entre el obispo de Chartres y Suger, fortifican el intercambio de talleres. No hay duda de que el Pórtico Real de la fachada occidental de la catedral de Chartres, está realizado por el mismo taller que trabaja en el pórtico de la abadía de Saint Denis. Tienen el mismo afán, que es el de manifestar como los personajes del Antiguo Testamento, reyes y reinas, tienen para nosotros una importancia fundamental, porque lo que nos quieren recordar, es que son los antepasados de Cristo. Es decir, el árbol genealógico de Jesús se manifiesta con unos antecesores en los que hubo reyes y reinas, no olvidemos que Jesús desciende de la casa de David, pero que hubo también patriarcas y profetas. Por otro lado, es conveniente recordar esa manifestación creída desde antiguo, de que la generación humana es el resultado de sus antepasados. Jesús aparece como el fruto de una serie de frutos anteriores, recordemos que de Jesé, nace un tronco que fructificará al final de los tiempos en el Redentor.
Estos personajes del Antiguo Testamento anuncian la Redención, porque anuncian el futuro, es decir la presencia de Jesús con el Nuevo Testamento. Por otro lado, se ha querido ver en estas estatuas la intencionalidad política de representar la unidad que tenía que haber entre los dos poderes: el real y el sacerdotal. El poder real manifestado por la dinastía capeta, Luis VI y Luis VII, y el poder sacerdotal manifestado en Saint Denis por el abad Suger y en Chartres por el obispo Godofredo. Por eso, no pueden faltar en estas portadas reyes como Salomón y David, ni profetas como Abraham. Es decir, la unidad que tiene que haber entre los dos poderes, el sacerdotal representado por patriarcas y profetas, y el poder real personificado en la casa real de David. Es la manera de que los fieles que se aproximaran, ora a la abadía de Saint Denis, ora a la catedra de Chartres, recordaran que el Estado se apoya en dos poderes, el del rey y el de los obispos designados por el papa de Roma, o los abades en las abadías. Además la presencia de los reyes del Antiguo Testamento, nos trata de indicar que la abadía de Saint Denis es donde descansan los reyes de Francia.
Es en la basílica de Saint Denis donde aparecen por primera vez las estatuas-columna, que van a tener un éxito fulgurante, primero en Francia, en la Borgoña. En otras zona de Francia son muchos los ejemplos o llegando más al sur en la zona del Bearn, por ejemplo la iglesia de San Justo y Pastor de Valcarreres, muy cerca del Somport. Pero esa idea de las estatuas columnas, es decir, que las estatuas nos indiquen que son el apoyo, el soporte de la iglesia, como los personajes del Antiguo Testamento han sido los soportes sobre los que se ha levantado la Iglesia de la Redención, lo tenemos a lo largo del Camino de Santiago traído por los franceses: la iglesia de Santa María la Real en Sangüesa, la iglesia de San Martín de Uncastillo, La iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico. El modelo se va a ir trasladando, cruzando los Pirineos, hasta el Finisterre peninsular. A partir de 1200, el tema de la estatua columna, desaparecerá, primero en Francia y luego en España. Ya no habrá escultura delante de los fustes, se ampliará el espacio entre columna y columna y las estatuas se situarán en los intercolumnios.
3 comentarios:
Estimado Luis: te hemos enlazado en www.aragonliberal.es cuento con tu colaboración en nuestro digital
frid
muy buen blog
muy bueno gracias por subirlo
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